El Crimen de la Calle Fuencarral / Formulación / Validación del modelo
Carmen Márquez-Montes (*)
Colombia es uno de los países de América Latina que ha aportado al ámbito occidental una estética escénica, la conocida como “Creación colectiva”, desarrollada por Enrique Buenaventura (Teatro Experimental de Cali) y Santiago García (Teatro La Candelaria). A pesar de que, en los años setenta del siglo XX, parecía que el dramaturgo quedaría fuera de la escena, precisamente la creación colectiva, en los años ochenta comienzan a aparecer nuevos autores, muchos de ellos ligados a un grupo del que forman parte activa. Se ha denominado en muchos países, incluida España, y desde luego Colombia, “Nueva dramaturgia”, sus componentes se han formado en Escuelas de Teatro y han recibido talleres de escritura teatral, están ligados a una compañía y, además de escribir, también dirigen y/o actúan, o tienen otros oficios escénicos. A la segunda hornada de esta Nueva dramaturgia colombiana pertenece Fabio Rubiano Orjuela (1963), que inician su producción en la última década del siglo XX y de los que dice Carlos José Reyes “ensaya(n) otros caminos, trabajando una poética propia, que, aunque recoja(n) temas inspirados en la violencia y los conflictos sociales vigentes, lo (hacen) desde la metáfora.”
Es licenciado en Arte Dramático y completa su formación en los Taller de investigación Teatral de Santiago García, y otros con José Sanchis Sinisterra, Marco Antonio de la Parra o Maucicio Kartún, etc. Además de autor es actor y director, forma parte del grupo Teatro Petra, que funda en 1985 con Mónica Valencia, que se ha convertido en uno de los más significativos de América Latina, y quizás el de mayor trascendencia internacional de entre los grupos colombianos del momento, junto con La Candelaria.
En los ochenta trabaja como actor y escribe dos piezas de teatro, pero es en la década del noventa cuando inicia su labor como dramaturgo de manera continuada, con más de veinte piezas hasta el momento. Desde el principio comienza a acumular premios: Amores simultáneos (1993) obtiene una mención en el Premio Unesco de Artes Escénicas, en esta década obtiene en tres ocasiones el Premio Nacional de Dramaturgia, con Gracias por haber venido (1996), Cada vez que ladran los perros (1997) y Cena-La penúltima cena (1999); vuelve a recibirlo en 2009 con El Natalicio de Schumann. En 2013 recibe el Premio Nacional de Dirección Teatral. A los que suma otros nacionales e internacionales. De modo que es uno de los dramaturgos latinoamericano más destacados de su generación, sus obras has sido montadas en España, Francia, Estados Unidos, México, Eslovenia, etc. Y traducidas a cinco idiomas, entre ellos el chino.
Continúa con una actividad incansable, engrosando títulos a su creación. De hecho, tres serán los estrenos absolutos de Fabio Rubiano este año. Las dos primeras en agosto: Sueño de una noche de oficina (2019), peculiar versión de Sueño de una noche de verano, e Historia patria (no oficial) (2019), con dirección e interpretación del autor, en la que también se inserta en el siglo XIX, si bien un poco antes que la obra escrita para Una Hora Menos Producciones, se desarrolla en los momentos de las luchas por la independencia (1810-1819), con ella el grupo conmemora el bicentenario de la República de Colombia. Realiza una revisión de la historia a través del teatro dentro del teatro –recurso transitado ya en Pinocho y Frankenstein le tienen miedo a Harrison Ford (2008)-: un colegio prepara la escenificación de los momentos más significativos de la Batalla de Boyacá, las autoridades han recomendado que no sean muy explícitos con la derrota al ejército español, pues está invitada al acto la Embajada Española. El grupo de alumnos es un microcosmos de la sociedad colombiana, se dan los mismos enfrentamientos, de ahora y de hace dos siglos. No aparece ninguno de los personajes que recogen los libros de historia, los próceres, sino los colombianos de a pie, que, como dice el personaje que interpreta el propio Rubiano: “Indios, negros, cholos, mestizos, mulatos formaban parte del ejército patriota. Indios, negros, cholos, mestizos, mulatos formaban parte del ejército realista.”
El tercer estreno del año será El crimen de la Calle Fuencarral (2019). También se desarrolla en el siglo XIX, pero a finales. Otro día hablaremos de esta obra. Ahora continuamos con la revisión del autor colombiano, que, considero, ha sido un gran acierto que Una HoraMenos Producciones lo haya invitado para escribir esta pieza. Pues nadie como Fabio Rubiano es capaz de jugar con las relaciones de poder, la doble moralidad o los juicios de la multitud.
Desde la primera obra escrita y estrenada, El negro perfecto (1987), salvo alguna excepción, han sido estrenadas por Teatro Petra, y dirigidas e interpretadas también por él. La mayoría han sido grandes éxitos: Sara dice (2010), Labio de Liebre (Venganza o perdón) (2015) o Cuando estallan las paredes (2018). Pero si hay que destacar una es Mosca (2002), versión del Tito Andrónico shakesperiano, en cartel aún, a diecisiete años de su estreno, con la que ha visitado una treintena de festivales en América y Europa.
Transita por las más diversas temáticas, con el común denominador de aportar una personal visión de la sociedad colombiana, con sus luces y sombras, las relaciones de poder, el deseo de sometimiento y la crueldad del hombre con sus congéneres, siempre gratuita y baldía, y siempre destructiva. Escribe desde la metáfora, la sinécdoque, la sugerencia y con muchas dosis de humor, negro y corrosivo, que construye desde la disfunción que presupone, para que el espectador deba recomponer y analizar forzosamente lo que le llega desde esa otra realidad que es el rectángulo de la vida, que, por creada, es más poderosa, como bien nos ilustró Galdós y ahora reitera otro creador de raza y comprometido, como es Fabio Rubiano.
Como se ha mencionado, también tiene una dilatada carrera como actor de cine (10 películas y varios cortos) y televisión (24 series). Además de ser profesor en el Máster de Dramaturgia de la Universidad Nacional de Colombia.
(*) Profesora de la ULPGC, experta en teatro hispanoamericano, teatro español contemporáneo y literatura aplicada.
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